08/01/2022
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El marxismo es una filosofía plural y compleja que
lleva el nombre de su autor principal: Karl Marx (1818-1883). Decimos principal
porque no es el único. Su propia filosofía se enmarca dentro de la corriente
mucho más amplia que es el socialismo, en polémica interna con otros
socialistas. Y el propio marxismo fue en gran parte compuesto al alimón por
Marx y su inseparable amigo, colaborador y después continuador Friedrich
Engels. Aunque este también tenía su propio pensamiento, y es difícil
distinguir lo que de “marxiano” y de “engelsiano” hay en el marxismo. Tras la
muerte de Marx ya había varios “marxismos”, es decir, interpretaciones diversas
de su pensamiento. Pero es que ya las había incluso estando él vivo. De hecho,
el propio Marx llegó a decir su mítica frase: “Yo no soy
marxista” en alusión crítica a las versiones de su filosofía con las
que él mismo no estaba de acuerdo.
El socialismo marxista plantea una teoría
materialista y dialéctica de la historia y de las sociedades según la cual la
infraestructura (material) condiciona a la superestructura (ideal). De esta
forma, el modo de producción de cada época y sociedad da lugar a unas
relaciones de producción que dividen a las sociedades en clases sociales,
principalmente dos: la dominante y propietaria de los medios de producción, y
la trabajadora que no posee medios de producción sino su propia fuerza de
trabajo. La dialéctica entre ambas clases da lugar a la lucha de clases. Reincidentes
expresa esta idea en su canción: “La historia se repite” (1992).
La
historia se repite:
Los
esclavos contra los amos.
La
historia se repite:
Los
vasallos contra los señores.
La
historia se repite:
Los
obreros contra los patrones.
Reincidentes: “La historia se repite” (1992)
La contradicción entre las clases sociales también
provoca el fenómeno de la ideología: una forma de falsa conciencia por la cual
la clase dominante justifica su poder y la opresión sobre la clase dominada y
esta se lo cree también. La filosofía, la moral, el arte (y la música), el
Derecho o la religión son formas de la ideología.
Para el marxismo, la lucha de clases dentro del
capitalismo, entre burguesía y proletariado, dará lugar a un punto de inflexión
histórico: la victoria del proletariado supondrá el fin de la propiedad privada
y el establecimiento de una sociedad nueva sin clases sociales, sin ideología y
sin Estado. Esa victoria vendrá de la mano de una revolución obrera y el
establecimiento de una dictadura del proletariado transitoria hasta la
extinción del propio Estado.
De todos los socialismos, el marxista fue el que históricamente
tuvo más éxito. Eso se debió en parte a la labor activista del propio Marx,
pero también a la influencia de Vladimir Illich Lenin, un ruso que leyó la obra
Marx y la llevó a la práctica en la primera revolución marxista triunfante: la
revolución rusa de 1917. La canción de La Polla Récords, “Iván” (1990)
está inspirada en esa revolución.
Un
buen día que estaba con la azada
vinieron
unos hombres y le dijeron:
"Camarada,
ya no hay amos a quien obedecer,
eres
un hombre libre, tenemos el poder".
La Polla Récords: “Iván” (1990)
La revolución rusa dio nacimiento al primer partido
comunista y a la transformación de Rusia en la URSS. Un país inmenso y atrasado,
prácticamente feudal en 1917, se transformaba en pocos años en la primera
potencia en multitud de aspectos. Por ejemplo, en 1961 ponía al primer hombre
en el espacio: Yuri Gagarin. “No veo a ningún dios por aquí arriba”, dijo el
cosmonauta entonces. El grupo llamado, precisamente, The Gagarins, titula así a una de
sus canciones:
The Gagarins: “No veo a ningún dios por aquí arriba” (2018)
El éxito soviético difundió el comunismo en otros
países y el mundo del siglo XX se dividió literalmente en dos: el bando
capitalista liderado por EEUU y el comunista por la URSS. División simbolizada
también por el muro de Berlín que dividía las dos Alemanias de entonces. La
tensión entre las dos potencias nunca dio lugar a un conflicto directo entre
ellas, entre otras cosas porque ambas contaban con cabezas nucleares
apuntándose mutuamente y aquello habría significado el fin de la humanidad. Barón Rojo
aludía a la proliferación de armas atómicas entre ambos bandos con la metáfora
de “Las flores del mal” (1982):
La
gente trata de ignorar
que
existen las flores del mal.
Pero
lo cierto es que se multiplican
en
campos de metal.
Y
el mundo cae sin remisión
en
un pozo infernal.
Pues
nadie quiere reconocer
que
esto es el final.
Barón Rojo: “Las flores del mal” (1982)
Aunque nunca hubo una tercera guerra mundial cuya
amenaza siempre estaba ahí, la tensión entre EEUU y la URSS era tal que se la
llamó “guerra fría” (sin el “calor” de la guerra pura y dura). Pero sí que hubo
conflictos indirectos entre ellas, como la guerra de Corea o la de Vietnam, o
el conflicto de Bahía Cochinos en Cuba. La oposición, el desprecio y la
animadversión mutuas eran intensas. Los Nikis la expresaron de forma
humorística en la canción “La increíble historia del camarada Vladimir” (1987),
en la que un cosmonauta ruso cae accidentalmente en EEUU pero con tanta suerte
que nadie se da cuenta porque coincide con el partido de la Liga Profesional de
Béisbol que absorbe toda la atención ese día. Desde allí le escribe a su novia
Nadia preocupado por cómo podrá escapar de vuelta a casa:
Tendré
que secuestrar un barco o un avión
con
rumbo hacia un país del COMECOM.
Te
has metido en un buen lío
del
que no podrás salir.
Que
la suerte te acompañe,
camarada
Vladimir.
Los Nikis: “La increíble historia del camarada Vladimir” (1987)
El comunismo
se extendió rápidamente desde Rusia hacia otros países, adoptando a su vez
formas particulares en cada uno de ellos y corrientes comunistas internas a
veces enfrentadas entre sí: comunismo soviético (URSS), maoísmo (China),
titismo (Yugoslavia), etc. También dio lugar al fenómeno de las guerrillas
comunistas, inspiradas en la que dio lugar a la revolución cubana, liderada por
Fidel Castro y Ernesto “Ché” Guevara, y al establecimiento de un país comunista
a escasos kilómetros de EEUU. Desde ahí se extendieron por toda América latina,
algunas triunfantes como la revolución sandinista en Nicaragua y mucho más
tarde la guerrilla zapatista en Chiapas (México).
Boikot pone música a la canción
de Carlos Puebla “Hasta siempre, comandante” (1965) en su versión punk-rock
(1997), dedicada al comandante Ché Guevara. Kortatu reivindica la revolución
sandinista en su tema “Nicaragua sandinista” (1985). Y Celtas Cortos
saluda la revolución zapatista de Chiapas en la canción “Mano hermana” (1999).
Boikot: “Hasta siempre” (1997)
Kortatu: “Nicaragua sandinista” (1985)
Celtas Cortos: “Mano hermana” (1999)
Sin embargo, el comunismo internacional empezó a
resquebrajarse internamente a lo largo del siglo XX. Tras la muerte del
dirigente soviético Iósif Stalin su sucesor Nikita Jrushchov reniega de él con
la “desestalinización”, dividiendo a los comunistas en partidarios y críticos
de aquél. A su vez, varios países comunistas rechazan el dirigismo de la URSS (Yugoslavia,
por ejemplo) o compiten por su liderazgo, como China. Dentro del mundo
comunista surgen críticas hacia las políticas comunistas como la invasión
soviética de Checoslovaquia o Afganistán, o la política china en el Tíbet. La
canción “Washington Bullets” (1980) de The Clash expresa esa ambivalencia hacia
el comunismo: defiende los movimientos comunistas en Nicaragua, Chile o Cuba,
pero critica lo que otros comunistas estaban haciendo en Afganistán o en el
Tíbet. Por cierto, el título del álbum es Sandinista!
The Clash: “Washington Bullets” (1980)
La desestalinización primero, y la perestroika
después, pusieron de manifiesto una verdad que dolió especialmente en quienes
sentían simpatías hacia el comunismo en el lado capitalista: no era oro todo lo
que relucía. El comunismo se basaba en gran parte en la represión, la censura y
la violencia, y no tanto en la solidaridad o el “hombre nuevo” que predicara el
Ché. La dictadura del proletariado, transitoria en principio, se hacía eterna y
cada vez más dura y cruel y menos proletaria. En algunos casos, como el de
Camboya, la brutalidad fue extrema y dio lugar al conocido como genocidio
camboyano a manos de los jemeres rojos liderados por Pol Pot. Los punks Dead
Kennedys muestran esta dura verdad a los simpatizantes ingenuos del comunismo invitándoles
a pasar unas “vacaciones en Camboya”:
Well
you'll work harder
with
a gun in your back
for
a bowl of rice a day.
Slave
for soldiers
till
you starve.
Then
your head is skewered on a stake (…)
Is
a holiday in Cambodia
Dead Kennedys: “Holiday in Cambodia” (1980)
De todas formas, si el paraíso socialista no era
tan bonito como lo pintaba la propaganda comunista, el mundo capitalista no era
tampoco tan atractivo como lo imaginaban al otro lado. En la película Los lunes al sol (2001), uno de los
personajes, inmigrante ruso, dice: “Lo peor no es que lo que nos decían del
comunismo fuera falso, sino que lo que nos decían del capitalismo era verdad”.
Una idea que aparece también reflejada en la canción “Ven y ve” (1985) de La
Polla Récords acerca de quienes saltaban el muro de Berlín para pasarse del
lado comunista al capitalista.
Ven
saltando el muro de Berlín.
Ven
hacia este mundo libre, sonriendo.
Pronto
verás con tus ojos fatigados
nuestra
bendita libertad (…)
En
este paraíso se vive muy mal.
¿Qué
té pasa, chaval? ¿Lloras?
¿Cuándo
te vas a dar cuenta
que
el muro es una mentira?
La Polla Récords: “Ven y ve” (1985)
La decepción con ambos modelos a cada lado del muro
de Berlín hizo que también surgieran nuevas filosofías y movimientos que se
presentaban como alternativos a los dos y que se concretaron en los llamados
Nuevos Movimientos Sociales (NMS) de la época: pacifismo, feminismo y
ecologismo. Asimismo, varios países del tercer mundo también intentaron sus
propios modelos de desarrollo y gobierno alternativos a cada modelo: el Movimiento
de Países No Alineados.
Las críticas y las divisiones internas del
comunismo hicieron que algunos partidos europeos se distanciaran de la URSS
hacia un modelo comunista pero democrático al que llamaron “eurocomunismo”. El
Partido Comunista de España (PCE) fue uno de ellos, junto al italiano y el
francés. Lo que dio lugar a nuevas divisiones internas: entre quienes aprobaban
y quienes rechazaban ese modelo eurocomunista. En España tenía lugar al mismo
tiempo el fin de la dictadura franquista y el comienzo de la transición
democrática. Uno de los hitos fundamentales de esa transición fue la
legalización del PCE en 1977. Para celebrarla, el grupo Coz compone la canción
“Rock de la legalización” (1997). En ese momento, en el grupo estaban los
hermanos Armando y Carlos De Castro, que luego formarían Barón Rojo, y que
compusieron la canción junto al cantautor Víctor Manuel.
Las
banderas rojas sin cesar
siguen
invadiendo la ciudad.
Jóvenes
y viejos se unirán,
lágrimas
y risas por igual.
Alguien
rescató el viejo carnet
que
estuvo escondido en la pared.
Ya
soy legal.
Coz: “Rock de la legalización” (1977)
A finales del siglo XX el comunismo fue cayendo de
país en país como las piezas del dominó. Primero fue el muro de Berlín en 1989
y después la propia Unión Soviética en 1991 y los demás países comunistas
europeos. Europa se quedaba sin países comunistas y los que quedaban estaban
muy lejos: en Cuba, China, Vietnam o la excéntrica Corea del Norte. No
obstante, los primeros cambios que iniciaron su caída no pretendían este final,
sino reformarlo desde dentro pero manteniendo su esencia. No fue así, pero
algunos albergaban esperanzas de que lo fuera. La canción “Wind of Change”
(1990) de Scorpions habla de esa ilusión de cambios que se sentía entonces.
Scorpions: “Wind of Change” (1990)
De todas formas, el fin del comunismo tampoco
significó una utopía de libertades y abundancia en los países ex comunistas. En
algunos de ellos la alternativa fue el islam más integrista como en Afganistán,
o autoritarismos y capitalismo salvaje como en la nueva Rusia. Boikot llama
la atención sobre este punto, animando a los países como Cuba que aún resisten.
Ya
cayó el telón de acero
y
derribamos el muro de Berlín (…)
El
imperialismo americano
ha
entrado en Rusia,
en
Polonia y en Berlín.
Más
de un siglo de lucha comunista
y
de resistencia que acaba aquí.
Si en Moscú reina el capitalista,
el
pueblo cubano debe resistir.
Ahora
que tenemos democracia:
reina
la mafia, el dólar está aquí.
Ahora
que tenemos democracia:
hambre
y miseria, ¿de que nos sirve así?
Boikot: “Korsakov” (1999)
Las relaciones del rock, y especialmente del rock
duro, con el comunismo no fueron buenas. El rock fue censurado y/o prohibido en
los países comunistas acusado de ideología: de transmitir ideología burguesa
que corrompía a la juventud y que procedía de los países capitalistas (Gran Bretaña y EEUU). Para los gobiernos comunistas, el rock duro transmitía
valores y conductas inadecuadas y peligrosas como la violencia, el sexo, las
drogas, el hedonismo, el individualismo, el consumismo, la rebeldía, etc., y
que eran contrarios a los valores comunistas (curiosamente, en EEUU, el conservador PMRC intentaba censurar el heavy metal con acusaciones parecidas, añadiendo el satanismo). Conseguir discos de rock duro en
países comunistas como la URSS era una actividad clandestina, y oír música rock
solo podía hacerse gracias a las radios piratas.
No obstante, ocurrió lo inevitable, y finalmente el
rock entró de lleno en los países comunistas. Eso sí, con cuentagotas y debidamente
censurado y controlado al principio. En la Alemania del Este se llegó a
producir incluso un rock propio, debidamente adecuado a los estándares comunistas:
el Ostrock. Con la perestroika en la URSS el rock también fue permitido, y eso
hizo que hubiese dos festivales de heavy metal míticos en Moscú: el Festival de
la Paz de 1989 y el Monster of Rock de 1991. En el primero tocaron grupos como
Skid Row, Cinderella, Bon Jovi, Mötley Crüe, Ozzy Osbourne, Scorpions, Encore y
Gorky Park, y en el de 1991 lo hicieron AC/DC, Metallica, Pantera, The Black
Crowes y EST.
Skid Row: “Youth Gone Wild” (Festival de la Paz de Moscú, 1989)
Metallica: “Enter Sandman” (Monster of Rock,Moscú, 1991)
Como anécdota, para terminar, mencionar que
mientras el rock duro se censuraba y prohibía en los países comunistas, al
mismo tiempo se le promocionaba desde el PCE en España (que ya se había
distanciado del comunismo soviético). Ya hemos mencionado la canción de Coz,
“Rock de la legalización”, y podemos añadir los también añorados conciertos de
rock en las fiestas del PCE y por las que han pasado grupos como Barón Rojo,
Rosa Negra, Topo, Banzai, Reincidentes, Mägo de Oz, Ángeles del Infierno, Los
Suaves, Rosendo, Ska-P, Porretas, etc.
Nota: en el
libro Filosofia
y Heavy Metal (Ed. Laetoli, 2021) hemos profundizado mucho más
en el marxismo, el comunismo y su relación con el heavy metal en un capítulo
específico para ello.
Andrés
Carmona Campo. (@acarmonacampo)
Licenciado en Filosofía y Antropología Social y Cultural. Profesor de Filosofía
en un Instituto de Enseñanza Secundaria. Coautor del libro Profesor
de Secundaria, y colaborador en la obra colectiva Elogio
del Cientificismo junto a Mario Bunge et al. Autor del libro Filosofia
y Heavy Metal (Ed. Laetoli, 2021).
@rockandphiloso1
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