Portada del disco en
directo de Ozzy Osbourne: Speak of the
Devil (1982).
25/12/2021
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para que puedas escucharlo mientras lees: enlace.
El heavy metal es un género romántico, y en ese
sentido se acerca y profundiza en el lado oscuro del ser humano: lo irracional,
la muerte, el satanismo… No podía faltar el terror y dentro de él los vampiros.
El vampirismo es seña de identidad de algunas bandas
de rock. Destaca, por ejemplo, el grupo Théâtres des Vampires. El nombre
procede de la saga de novelas “Crónicas Vampíricas” de Anne Rice. En las
primeras se habla de un teatro donde actúan vampiros delante de mortales que
creen que ellos solo son actores.
Théâtres des Vampires: “Resurrection
Mary” (2016)
La influencia del vampirismo en el heavy metal se
nota en la estética, los nombres de bandas y temas de canciones. En lo que
sigue vamos a centrarnos en tres novelas clásicas del género vampírico y en una
película de culto: El vampiro (1819),
Carmilla (1872), Drácula (1897) y la película Nosferatu
(1922). Y vamos a relacionar cada una con ejemplos de heavy metal que se
inspiran en ellas.
El Vampiro (1819)
Algunas canciones de heavy metal
toman ambos modelos del vampiro en sus canciones, tanto el antiguo como el
moderno. Por ejemplo, “At Dawn the Sleep” (1985) de Slayer o “Night of the
Vampire” (1987) de Grim Reaper están inspiradas en el vampiro antiguo y
monstruoso que acecha a los humanos de noche y se esconde de día.
Slayer: “At Dawn they
Sleep” (1985).
Grim Reaper: “Night Of The
Vampire” (1987)
En contraposición, el “Vampiro”
(2002) de WarCry se ajusta más a la imagen moderna y romántica: el humano
vampirizado y que sufre una lucha interna entre sus dos naturalezas, la humana
y la vampírica, y cómo la primera cede ante la segunda. El proceso por el que su
hambre de sangre se va imponiendo a los remordimientos que sentía al principio.
WarCry: “Vampiro” (2002)
Carmilla (1872)
Si Polidori crea al primer vampiro moderno,
Sheridan Le Fanu es el creador de su figura femenina: la vampiresa moderna.
Aparece en la novela llamada como ella: Carmilla
(1872). Tal como Lord Ruthven, Carmilla también tiene apariencia humana, es
hermosa y seductora, pero por las noches muestra su lado oscuro y sediento de
sangre.
Carmilla
inició la imagen de la vampiresa atractiva y sensual que se aprovecha de su
belleza para seducir a sus víctimas. Modelo que vampiresa que ha sido explotado
en el género vampírico, sobre todo en el cine.
En el heavy metal hay varias bandas
que utilizan el nombre de Carmilla: una en Japón, otra en Suecia y otra más en
Colombia llamada Carmilla Morte. Esta última tiene una canción llamada “Carmilla”
(2010). Théâtre des Vampires también tiene otra con el mismo nombre.
Carmilla Morte: “Carmilla”
(2010)
Théâtres des Vampires: “Carmilla”
(2011)
Drácula (1897). (Vlad Tepes)
Se ha relacionado al personaje
literario Drácula con el príncipe rumano Vlad Drăculea. El sobrenombre procede
de su padre, Vlad Dracul, que significa el Dragón. También conocido como Vlad
Tepes (El empalador) por su costumbre de empalar a sus enemigos. Si bien Stoker
pudo inspirarse en Vlad Tepes, su personaje es muy distinto al del príncipe
empalador. Sin embargo, ambos han pasado juntos a la leyenda y la mitología
vampírica.
Varios grupos se han fijado en el Vlad Tepes
original o en el Drácula literario para sus canciones y discos. Destacamos
tres. Las canciones llamadas “Drácula” de Tierra Santa (1999) y de Iced Earth (2001)
y el EP conceptual de Dunkelmind dedicado íntegramente a la leyenda de Vlad
Tepes: Vlad – The Trilogy (2021).
Tierra Santa: “Drácula” (1999).
Iced Earth: “Dracula” (2001)
Dunkelmind: “The inmortal”
(2021)
Nosferatu (1922).
El género vampírico pronto pasó de la literatura al
cine, influyéndose ambos mutuamente. De cada una de las principales novelas de
vampiros se han hecho adaptaciones cinematográficas, unas más fieles a las
originales y otras más libres o meramente inspiradas en ellas.
La primera película en el género es Nosferatu: Una sinfonía del horror
(1922). Se trata de la primera adaptación cinematográfica de la novela de Drácula. El término “nosferatu” no es un
nombre propio sino una supuesta palabra que significa vampiro y que aparece en
la novela de Bram Stoker como creación literaria suya. En la película el nombre
del vampiro fue cambiado por el de conde Orlok en vez de conde Drácula, ya que
los autores de la película no tenían los derechos de la viuda de Stoker para
hacerla. Además, el conde Orlok es más siniestro y enfermizo que el conde
Drácula, desfigurando así su imagen. La película tuvo una versión posterior: Nosferatu, vampiro de la noche (1979).
En esta se mantiene la misma imagen repulsiva del vampiro que en la anterior,
aunque aquí ya se le llama Drácula.
Las películas y el nombre Nosferatu han influido
también en el heavy metal. Un grupo español se llamó precisamente así: Nosferatu.
Y la banda Helstar tiene un álbum con ese mismo nombre: Nosferatu (1989), además de otro llamada Vampiro (2016).
Para terminar, dejamos una canción del álbum Nosferatu de Helstar y otras dos
llamadas también “Nosferatu”.
Helstar:
“To Sleep, Perchance To Scream” (1989).
Histeria:
“Nosferatu” (2003).
Saxon:
“Nosferatu, The Vampire's Waltz” (2018)
Bonus: Crónicas vampíricas.
Sería injusto terminar un texto
sobre literatura vampírica sin mencionar la saga Crónicas Vampíricas de Anne
Rice (así como las películas basadas en ella). Si bien las novelas y las
películas también se han convertido en clásicos del género vampírico, también
es cierto que su influencia en el heavy metal es mucho menor. Una de ellas es
el grupo de rock gótico llamado Lestat. El nombre procede de uno de los
personajes de la saga, Lestat de Lioncourt, antagonista de Louis de Pointe du
Lac en Entrevista con el vampiro (1976)
y protagonista después en la segunda novela: Lestat, el vampiro (1985). La banda Lestat llamó a su primer disco Theatre of the Vampires (1990), como la
compañía teatral que también aparece en ambas novelas. La banda ya mencionada
Théâtre Des Vampires tiene un disco llamado como la saga: The Vampire Chronicles (1999) si bien no tiene con ver con los
libros de Anne Rice aunque también trate la temática vampírica.
Andrés
Carmona Campo. Licenciado
en Filosofía y Antropología Social y Cultural. Profesor de Filosofía en un
Instituto de Enseñanza Secundaria. Coautor del libro Profesor
de Secundaria, y colaborador en la obra colectiva Elogio
del Cientificismo junto a Mario Bunge et al. Autor del libro Filosofia
y Heavy Metal (Ed. Laetoli, 2021).
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