Blog del libro "Filosofía y Heavy Metal (Ed. Laetoli, 2021)
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Rock, filosofía y pederastia (Andrés Carmona)
Portada del sencillo “Christine
Sixteen” de Kiss (1977).
03/12/2023
Playlist del artículo
para que puedas escucharlo mientras lees: enlace.
Ian
Watkins fue cantante de Lostprophets hasta 2012. Ese año fue condenado a 29
años de cárcel como culpable de delitos de pederastia, pornografía infantil e
incluso zoofilia. Si bien su caso es uno de los más escabrosos por la gravedad
de los hechos probados en el juicio, lo cierto es que rock y pederastia han
mantenido una relación más que sostenida en el tiempo. Grandes estrellas del
rock mantuvieron relaciones sentimentales y sexuales con menores en su momento
que, hoy día, nos parecerían escandalosas.
Igual
que escandaloso nos parecería si alguien intentara defender la pedofilia de Watkins
o de cualquier otra persona. Sin embargo, eso fue precisamente lo que pasó en
Francia a finales de los años 70. Se debatía entonces la edad de consentimiento
(para tener sexo) de los menores, y un grupo de intelectuales firmó un manifiesto y realizó activismo a
favor de despenalizar el sexo consentido entre adultos y menores de 15 años.
Entre ellos figuraban filósofos de renombre como Derrida, Althusser, Deleuze,
Lyotard, Sartre, Guattari o Simone de Beauvoir, destacados en lo que se ha
llamado la filosofía posmoderna (como tales posmodernos o sus precursores). Entre
ellos, destacó el filósofo Michel Foucault.
En
lo que sigue, vamos a repasar la pedofilia en el rock y a relacionarla con el
pensamiento de Foucault al respecto. Para empezar, habría que aclarar ciertos
términos. Aquí entendemos por “pedofilia” la atracción o preferencia sexual de
personas adultas hacia menores de edad en general. Cuando es hacia adolescentes
o preadolescentes (púberes) se habla también de “efebofilia”. “Pederastia” hace
referencia a la práctica de sexo con menores, especialmente en edad infantil.
Actualmente la pedofilia se considera una parafilia en Psiquiatría y la
pederastia un delito (abuso sexual infantil) en el Derecho.
En
1973, Bernard Dejager, Jean-Claude Gallien y Jean Burckhardt fueron detenidos
en Francia por haber tenido sexo con menores de 15 años y podían ser condenados
a unos 10 años de cárcel. Ese es el motivo inmediato que llevó a los
intelectuales mencionados a escribir su manifiesto y dio lugar a un debate
nacional sobre la edad de consentimiento sexual de los menores. Foucault y los
demás solicitaban que se redujera de los 15 años y no se penalizara el sexo
consentido entre adultos y púberes.
Foucault
fue un filósofo sui generis. Se le ha relacionado con el anarquismo por
sus críticas al Poder y la Autoridad, pero él no se adscribió al anarquismo. Simpatizó
con movimientos tan dispares como la extrema izquierda maoísta francesa por un
lado y con la revolución iraní del ayatolá Jomeini, que dio lugar a la
teocracia islámica que todavía gobierna ese país. Por otra parte, se le ha acusado de
pedofilia
cuando vivió en Túnez, donde parece ser que pagaba a niños para tener sexo con
ellos sobre las tumbas de los cementerios. De hecho, firmó el manifiesto mencionado
para que el gobierno francés no penalizara el sexo con menores y publicó cartas
en defensa de quienes estaban siendo juzgados por eso. Su posición acerca del
sexo con menores era coherente con su filosofía crítica del poder y de
instituciones como la cárcel o los psiquiátricos: para Foucault, el gobierno lo
que hacía no era tanto penalizar conductas como etiquetar a individuos como
“desviados” o “peligrosos” para el poder y el orden establecido,
independientemente de sus conductas y daños reales.
Foucault
analizó y criticó el concepto de “poder”, diversificándolo más allá del poder
del Estado hacia lo que llamó la “microfísica del poder”, entendiéndolo como
una relación desigual entre sujetos que se concreta en la dominación de unos
sobre otros: el marido sobre la esposa, padres sobre hijos, generales sobre
soldados, médicos sobre pacientes, psiquiatras sobre enfermos mentales,
maestros sobre alumnos... Algunas de estas formas de poder y dominación adoptan
la forma de instituciones disciplinarias como son la Cárcel, el Cuartel, el
Psiquiátrico y la Escuela. Dichas instituciones tienen la misión de disciplinar
a sus internos en el sentido de homogeneizarlos, hacerlos sumisos y obedientes,
y desactivar toda desviación respecto de la norma establecida, utilizando para
ello mecanismos represivos y etiquetando a esos individuos de peligrosos,
desviados, anormales o enfermos.
Es
ese contexto teórico el que explica su crítica a la penalización del sexo con
menores, que Foucault pensaba que podía ser consentido por ellos. El Poder
establece una norma de lo que debe ser correcto y criminaliza y decreta como
enfermo a quien se sale de esa norma. En este caso concreto, a quienes quieren
tener relaciones sexuales distintas de las que establecen las normas del Poder.
Y lo que señala Foucault y le indigna es que además no se castiguen actos
concretos sino que se etiquete y castigue a la persona “enferma” y “desviada”.
Es decir, que lo grave para él no es solo que se castigue a quien realiza
conductas prohibidas sino incluso a quien, sin llegar a realizarlas de hecho, se
le haya “diagnosticado” como “enfermo” o “desviado”, en tanto que es una
especie de castigo preventivo de las conductas que podría llegar a realizar. Para
Foucault, eso equivale a construir un Poder monstruoso que ya no necesita ni
siquiera que alguien cometa un delito de hecho, basta que el médico o el psiquiatra
“diagnostiquen” que puede realizarlo para que se le vigile, persiga o castigue.
La
filosofía de Foucault en este punto puede resultar cuanto menos escandalosa hoy
en día, y precisamente basándonos en sus propias ideas. Si adoptamos su punto
de vista de los micropoderes, bien pudiéramos decir que la pederastia y la
pedofilia son ejemplos de micropoder, en este caso, del adulto sobre el menor. Y
si no, que le pregunte a los menores argelinos y pobres a quienes Foucault
parece ser que les pagaba para tener sexo con ellos.
Sea
como sea, el caso es que durante el siglo pasado todavía podía haber este
discurso, y el rock no fue ajeno a este contexto. Dejando de lado los casos más
escabrosos, como el mencionado de Ian Watkins, hay otros que muestran la
permisividad (o inconsciencia) que entonces había respecto del sexo entre
adultos y menores. Antes de pasar a casos concretos, debemos recordar lo que
fueron las groupies: mujeres, muchas veces adolescentes y menores, que
perseguían a las bandas de rock y que llegaban a convivir con ellos y tener
sexo con ellos durante sus giras de conciertos.
Yendo
a los casos concretos, un ejemplo es del mismísimo rey del rock: Elvis
Prestley. Conoció a la que luego sería su esposa, Priscilla Ann Beaulieu Wagner
en Alemania, cuando ella tenía 14 años y él 24. Pese a la oposición de los
padres de ella, mantuvieron su relación y finalmente se casaron en 1967 y
tuvieron una hija, aunque en 1973 se divorciarían. Previamente ya había tenido
otra novia de 15 años, Dixie Locke, cuando él tenía 20 años y compaginaba ese
amor romántico con otros escarceos sexuales después de los conciertos con otras
menores de la misma edad que ella. Otro pionero del rock, Jerry Lee Lewis,
también se casó con otra menor, con su prima Myra G. Brown, de 13 años.
Pero
no han sido los únicos con novias menores y con menos años que ellos. Iggy
Pop menciona en su canción “Look Away” a la que fue su novia cuando ella
tenía 13 años, la groupie Sable Starr, que posteriormente le dejaría por
Johnny Thunders del grupo The New York Dolls. La canción dice al
respecto:
I
slept with Sable when she was 13.
Her
parents were too rich to do anything.
She
rocked her way around LA.
’Til
a New York Doll carried her away
Iggy Pop: Look Away (1996)
Starr
se escapó de casa para irse a vivir con Thunders, pero él la maltrataba y llegó
a dejarla embarazada cuando ella tenía 16 años. La lista continua con Jimmy
Page, de Led Zeppelin, y la groupie Lori Mattix cuando tenían
28 y 13 años respectivamente. La canción “Sick Again” (1975), dedicada a las gruopies,
parece referirse a ella cuando dice:
One
day soon you're gonna reach sixteen,
Painted
lady in the city of lies
Led Zeppelin: “Sick Again”
(1975):
Mattix
era compañera de andanzas de Sable Starr, aunque no siempre coinciden sus
versiones: según Mattix, previamente había perdido su virginidad con David
Bowie haciendo un trío con Starr, aunque esta mantiene que no fue así.
Por
su parte, Steven Tyler, de Aerosmith, ha sido acusado por Julia
Holcomb, de haberla maltratado cuando fue su novia con 16 años (él tenía
entonces 25): Tyler convenció a sus padres para que le concedieran su custodia
legal y poder llevársela a las giras de conciertos, dejándola embarazada y
obligándole a abortar cuando tenía 17 años y abandonándola después, según ella.
Para
acabar, dejamos la canción “Christine Sixteen” (1977) de Kiss, en la que, como
el propio título indica, refiere a los 16 años que tiene la menor de la que el
protagonista de la canción se ha obsesionado (uno más de los 15 que tenía la
menor a la que le cantaba el Dúo Dinámico).
Portada del álbum de Lujuria: “Enemigos de la castidad” (2001). 03/07/2022 Playlist del artículo para que puedas escucharlo mientras lees: enlace . Me comentaba un muy buen amigo que cuando se enteró de las declaraciones del vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo (Vox), vinculando la despoblación de la región con la “hipersexualización ” que desliga sexo y reproducción, había pensado que era un sketch de los de Vaya Semanita . Y no le falta razón: el actor Javier Antón tiene cierto parecido con el líder de Vox en Castilla y León y bien podría haberle parodiado en el estilo característico de ese programa. Lo esperpéntico es que no se trataba de Vaya Semanita ni de Javier Antón sino del mismísimo Juan García-Gallardo hablando en serio: “Cuando la banalización del sexo lleva a que sea un fin en sí mismo, olvidando que su finalidad es la de la procreación, las personas se liberan de las cadenas de la familia p...
Playlist del artículo para que puedas escucharlo mientras lees: enlace . No sé si el diablo será aficionado al heavy metal, pero que el heavy metal es aficionado al diablo eso sí lo tengo claro. Su presencia es omnipresente: los “cuernos” de AC/DC, la mano cornuta que popularizó Ronnie James Dio, himnos heavies como “Highway to Hell” (1979) de AC/DC o “The number of the Beast” (1982) de Iron Maiden, etc. Y, por supuesto, en la letra de las canciones.
Discografía utilizada en el libro Filosofía y Heavy Metal ( Ed.Laetoli , 2021). Es decir, listado de discos de los que se ha citado o mencionado por lo menos alguna canción en el libro.
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