21/06/2021
Playlist del artículo para que puedas escucharlo mientras lees: enlace.
En el libro Filosofía y Heavy Metal (Ed. Laetoli, 2021) he caracterizado al heavy metal como epicúreo, romántico y libertario. En el
libro intento explicarlo, y en
este enlace hay un resumen de lo anterior y del que extraigo estos
párrafos:
El heavy metal es romántico (anacrónicamente considerado) en el
sentido que tiene este término como movimiento cultural contrapuesto a la
Ilustración en el siglo XIX. En este sentido encarna los valores románticos y
su tendencia hacia el lado oscuro del ser humano. Si la Ilustración
reivindicaba las luces, la razón, el progreso, etc., el romanticismo lo
contrapesa con lo lúgubre, lo siniestro, lo irracional, los sentimientos, etc.
De ahí la tendencia heavy a los
mundos de fantasía, las leyendas, los horrores, la muerte, lo satánico, etc., y
que sirve de inspiración para canciones que, como decíamos, son fines musicales
en sí mismas.
La idea de libertad
ilustrada era racionalista: el sapere
aude de Kant o pensar de acuerdo a la razón pura por uno mismo. La libertad
romántica es otra cosa. Es el dejarse llevar por los propios sentimientos y
emociones en vez (o además) de por la pura razón, asumir las propias
contradicciones, ir contracorriente y ser uno mismo diga lo que diga la
sociedad, la ley o la religión. De ahí que las figuras románticas de la
libertad sean los marginados, los delincuentes o el mismísimo diablo.
En este texto nos interesa esa figura romántica de
la libertad a través de la que se expresa el heavy metal. Si tomamos la idea de
los arquetipos de Jung, se correspondería con el forajido: quien vive a su aire y muchas veces en contra del orden
impuesto y las normas establecidas. Por comparación, el arquetipo del punk
sería el bufón: el payaso que se quita la máscara y con su provocación se la
quita a los demás. Lo que se ajusta a la afinidad que en el libro señalamos
entre la filosofía epicúrea y el heavy metal, y la cínica con el punk. Por lo
mismo decíamos que el heavy metal es libertario pero el punk es anarquista:
coinciden en la reivindicación de la máxima libertad, pero al heavy le falta el
compromiso político explícito y militante que sí tiene el punk.
Dicho arquetipo de la libertad romántica aparece en
multitud de figuras en las canciones heavies.
Vamos a repasarlas a través de 11 de ellas.
1.
“Yo solo lo hago en mi moto” (Obús, 1981).
En
esta canción, Obús recurre a la imagen del motero a lo Easy Rider que se salta las normas sociales y es perseguido por
ello, usándola como metáfora de la libertad y la oposición a las normas
dominantes.
Mi
jefe me echó del curro
me
he ligado a su mujer.
El
dinero del subsidio
en
gasolina lo gasté.
Con
mi máquina a tope
soy
el amo de la ciudad (…)
Sirenas
oigo a mi espalda
intentándome
alcanzar.
Me
siento un loco acorralado
sin
sitio donde escapar.
Controles
policiales
hay
por toda la ciudad
Directo
contra el muro voy,
no
me van a atrapar.
Rodando,
fuera de control
Rodando,
me siento mejor
2.
“Los rockeros van al infierno” (Barón Rojo, 1982).
Aquí
Barón Rojo expresa los estereotipos contra la juventud rockera y cómo ellos
prefieren vivir su vida a su manera aunque sean marginados por eso mismo.
Se
oye comentar a las gentes del lugar
Los
rockeros no son buenos
Si
no te portas bien
Te
echarás pronto a perder
Y
caerás en el infierno
Si
has de vivir en el valle del rock
Te
alcanzará la maldición
Nunca
tendrás reputación
¿Qué
más da?
Mi
rollo es el rock. (…)
Qué
risa me da esa falsa humanidad
De
los que se dicen buenos
No
perdonarán mi pecado original
De
ser joven y rockero.
3.
“Corre, corre” (Leño, 1982).
“¡Corre,
corre!” era el grito de los delincuentes cuando salían de algún atraco. Aquí
Leño juega con la metáfora del joven delincuente y marginal perseguido por la
policía, en la que el delincuente es quien no se somete a las normas
establecidas y la policía es la sociedad que quiere atraparle para que sea uno
más.
Corre,
corre, corre,
que
te van a echar el guante.
Lo
tienen decidido,
debes
ser otro eslabón.
¡Corre,
corre!
Y
tú desde muy crío
te
saliste del renglón.
¡Corre,
corre!
Hiciste
en los billares
la
primera comunión.
¡Corre,
corre!
Eres
un fugitivo
y
nada vale tu opinión.
Corre,
corre
4.
“El que más” (Obús, 1984).
Obús
también recurre a la figura del delincuente como símbolo de la rebeldía y la
libertad. En la canción, “el que más” es otro joven delincuente que ha
aprendido a ser libre al margen de la sociedad y sus leyes.
El
que más
Levantando
un coche
El
que más
Pasándote
costo
El
que más
Tirando
de un bolso
El
que más
Burlando
a la poli
Se
pasó su época escolar
En
el reformatorio
Aprendió
que la libertad
Le
gustaba (…)
Un
hábil puente y un empujón
Y
su mundo echa andar
Un
segundo de su vida
Una
aventura más, una más.
5.
“Fuera de la ley” (Ángeles del infierno, 1985).
Ángeles
del Infierno refleja aquí la persecución y los prejuicios contra el heavy metal
por su forma de vida rompedera de los moldes sociales. Expresa la experiencia
de estar vigilado y controlado por la policía cada dos por tres como sospechoso
habitual solo por ese modo de vida.
Vas
de cuero y usas jeans
y
te gusta privar.
Vives
de noche, el sol siega tus ojos,
hueles
a vicio y alcohol.
Vives
al margen de la autoridad, y para ellos
un
sospechoso sin duda serás,
y
estarás:
¡Fuera,
Fuera de la ley! (…)
Los
dedos te limpias con un algodón,
y
restos de tinta te quedan.
Un
nuevo expediente, peligro social.
Te
apuntan con armas, no puedes hablar.
Después
de unas horas te dicen:
“Por
esta vez ya te puedes marchar”,
pero
estarás:
¡Fuera,
Fuera de la ley! (…)
¡Fuera,
Fuera de su ley!
6.
“Caso perdido” (Barón Rojo, 1985).
En
esta canción Barón Rojo relata la vida de un individuo que, de repente, se da
cuenta de que está convirtiéndose en alguien totalmente “normal” (alienado por
la sociedad) y cómo decide vivir a su aire, en libertad y fuera de las normas
sociales vigentes. Refleja el ideal epicúreo de renuncia a la religión y la
política para vivir los placeres de la vida.
Rompió
todos los moldes,
no
quiso aceptar
un
mundo tan vacío de creatividad.
Se
fue a buscar otros lugares,
dejó
su casa y su ciudad. (…)
Vagó
sin rumbo fijo,
quiso
disfrutar, vivió mil aventuras,
noches
sin final. (…)
Cuentan
que estando cerca su hora final
pasó
de toda ayuda espiritual.
Su
testamento fue muy corto,
fue
un hombre libre de verdad.
Un
caso perdido, un hombre sin moral.
Un
caso ganado, para la libertad.
7.
“Hijos de Caín” (Barón Rojo, 1985).
Barón
Rojo invierte los papeles tradicionales de Abel y Caín. Ahora Abel es “Abel
mezquino y cobarde, el siervo de su señor” y Caín quien “no entró en el juego y
que se rebeló”. La canción contrapone a los hijos y de Abel y los de Caín, como
metáforas de quienes se someten al orden establecido y quienes se rebelan
contra él en un acto de osadía y de libertad a la vez.
Caín
rompió con un gesto
su
yugo de esclavitud.
Huyó
del ojo implacable,
llevó
su propia cruz
Perseguido
por quebrantar una ley
que
no entiende y que no cuenta con él (…)
Quizá
los hombres seamos a un tiempo Abel y Caín.
Quizá
un día destruya lo oscuro que hay en mí.
El
destino no está marcado al nacer,
yo
he elegido ser lo que siempre seré:
¡hijo
de Caín!
8.
“Peligroso” (Hamlet, 1992).
Hamlet
expresa en esta canción los prejuicios contra el heavy metal por su forma de
vida independiente, el rechazo que genera en la sociedad y su reafirmación en
su forma de vida a pesar de todo. Utiliza como metáfora el escándalo que
suponía, en su día, para los padres, que su hija tuviera un novio heavy.
Estoy
lejos de una luna de miel,
estoy
más cerca del infierno que él.
Soy
más borracho que la gente normal (…)
No
voy a la moda, no me mires así. (…)
Los
vecinos me quieren echar:
doy
mal ejemplo a los que vienen detrás.
En
los garitos no me dejan entrar,
cuando
paso se van los demás. (…)
Tuve
una novia que podías flipar,
pero
sus padres me querían matar.
“¿Dónde
vas niña, con un chico así?”,
dijo
la madre, “¡hoy te quedas aquí!”.
9.
“La canción del pirata” (Tierra Santa, 2000).
El
modelo de libertad romántica está expresada en el poema de Espronceda “La
canción del pirata”. En ella se toma al pirata como figura del proscrito que
vive su propia vida en el mar, fuera de la ley, donde no llega la jurisdicción
de ningún gobierno. No es de extrañar que un grupo heavy como Tierra Santa le
haya puesto música al poema.
Allá
muevan feroz guerra ciegos reyes
por
un palmo más de tierra,
que
yo tengo aquí por mío
cuanto
abarca el mar bravío,
a
quien nadie impuso leyes. (…)
Que
es mi barco mi tesoro,
que
es mi dios la libertad,
mi
ley, la fuerza y el viento,
mi
única patria la mar. (…)
¡Sentenciado
estoy a muerte!
yo
me río (…)
Y
si caigo ¿qué es la vida?
Por
perdida ya la di,
cuando
el yugo de un esclavo
como
un bravo sacudí.
10.
“El anticristo” (WarCry, 2005).
WarCry
recurre a la figura del demonio como símbolo de rebelión y libertad frente a
Dios como metáfora de autoritarismo y opresión. Poniéndose en el lugar del
diablo expone su rebelión como un acto de libertad, reivindicando el derecho a
pensar por uno mismo y a la sublevación contra los poderes ilegítimos.
Y,
aunque hijo de él,
yo
sé que he nacido libre.
Libre
para elegir
cuál
es mi decisión.
Tenga
o no la razón,
me
es indiferente:
el
camino a seguir
tan
solo lo marco yo.
Tan
solo yo, tan solo yo.
Quería
esclavos, no fieles;
se
creía un padre
y
era un dictador.
Todo
aquel pueblo oprimido
Tiene
derecho a la rebelión.
11.
“Somos Belial” (Lujuria, 2019).
Lujuria
también toma la figura del diablo para la canción que da título a su disco Somos Belial (2019). En ella se
identifican con Belial, uno de los mil nombres del diablo, y que representa su
lado más libertario y antiautoritario.
Si
lo que quieres son fieles,
y
les pides sacrificios,
con
nosotros no cuentes,
si
al placer lo llamas vicios (…)
Solo
hay un dios en mi vida:
yo
mismo soy el Señor.
Lo
que tú llamas pecado,
yo
lo llamo bendición (…)
Somos
Belial:
el
que no tiene dueño.
Somos
Belial:
sin
Dios, ni amo, ni reino.
Andrés Carmona Campo. (@acarmonacampo) Licenciado
en Filosofía y Antropología Social y Cultural. Profesor de Filosofía en un
Instituto de Enseñanza Secundaria. Coautor del libro Profesor
de Secundaria, y colaborador en la obra colectiva Elogio
del Cientificismo junto a Mario Bunge et al. Autor del libro Filosofia y Heavy Metal (Ed. Laetoli, 2021).
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